En este artículo exploraremos en detalle qué implica exactamente la nueva ley, que permite a las trabajadoras del sexo trabajar con contratos de trabajo oficiales. Examinaremos los derechos y protecciones que esta medida proporciona a los trabajadores del sexo y las obligaciones que impone a los empresarios.
También hablaremos de cómo la ley protege la seguridad de los profesionales del sexo y les ayuda a trabajar en condiciones justas y respetuosas. Además, el artículo abordará los siguientes pasos y retos a los que se enfrentan las trabajadoras del sexo y quienes las apoyan con la aplicación de la nueva normativa.
Antes de sumergirnos en esta apasionante nueva legislación, resumamos los temas.
¿Qué pasó en un sumario?
Recientemente, en la mañana del 3 de mayo de 2024, el Parlamento belga tomó una decisión crucial: aprobaron una nueva ley que regule los derechos laborales de los trabajadores del sexo. La votación terminó con 93 votos a favor, 33 abstenciones y cero en contra.
Esta decisión es el resultado de dos años de intenso cabildeo realizado conjuntamente con organizaciones como Violett y Espace P. La nueva ley marca el inicio de una nueva era en el reconocimiento legal de la trabajo sexual en Bélgica.
Las trabajadoras del sexo pueden ahora firmar contratos de trabajo, que garantizan derechos como pensiones, seguro médico y baja por maternidad.
La ley también protege el lugar de trabajo e impone requisitos estrictos a los empresarios.
La esencia de esta ley encierra detalles cruciales que merecen un examen más profundo.
Protección jurídica y derecho laboral
La nueva ley belga permite a las trabajadoras del sexo firmar contratos de trabajo oficiales, un cambio significativo para ellas. Hasta ahora, muchas trabajaban como autónomas, lo que creaba situaciones inciertas, sobre todo en materia de seguros y prestaciones.
Firmando un contrato de trabajo, trabajadoras del sexo ahora tienen acceso a derechos de seguridad social que antes sólo estaban disponibles para otros trabajadores. Esto incluye las pensiones, que les garantizan unos ingresos regulares en su vejez.
Si se quedan en paro, pueden recibir prestaciones de desempleo mientras buscan un nuevo trabajo. El seguro de enfermedad significa que no tienen que preocuparse por los costes del tratamiento médico si enferman.
Este cambio legal no sólo hace que su trabajo sea más seguro, sino que también estabiliza otras áreas de sus vidas. Les ayuda a vivir con dignidad y en paz, tanto si se enfrentan a cuestiones laborales como a problemas de salud o a circunstancias de la vida.
Protección laboral y obligaciones del empresario
La nueva ley no sólo refuerza los derechos de los trabajadores del sexo, sino que también impone requisitos estrictos a los empresarios para garantizar unas condiciones de trabajo seguras y justas.
En primer lugar, los empresarios deben garantizar que el lugar de trabajo seguro para todos los trabajadores del sexo. Cada habitación debe tener un botón de emergencia, y los empresarios deben proporcionar dispositivos móviles de emergencia para los servicios externos.
Además, los empresarios deben someterse a un proceso de reconocimiento para verificar su cumplimiento de las normas establecidas por la ley. Las autoridades introdujeron este proceso para garantizar que sólo puedan operar las empresas que cumplan determinados criterios de seguridad y ética.
Los empleadores también deben cumplir ciertas condiciones de antecedentes penales. Por ejemplo, no deben tener condenas previas por delitos sexuales, trata de seres humanos, voyeurismo u otros delitos graves.
Los empresarios deben asignar una persona de referencia para garantizar derechos y seguridad de los trabajadores del sexo. Los sindicatos y los grupos de apoyo pueden inspeccionar los lugares de trabajo en cualquier momento.
Derechos y protección para los trabajadores del sexo
La nueva ley presta especial atención al fortalecimiento de los derechos y la protección de los trabajadores del sexo.
La nueva ley amplía la protección de los trabajadores del sexo garantizando cinco libertades fundamentales:
En primer lugar, las trabajadoras del sexo disfrutan de cinco derechos básicos: tienen derecho a rechazar a un cliente, a negarse a una determinada actividad sexual, a interrumpir la actividad en cualquier momento y a decidir cómo realizarla. Además, si consideran que su seguridad está en peligro, tienen derecho a negarse a trabajar detrás de una ventana o a anunciarse.
En segundo lugar, la ley permite a las trabajadoras del sexo rescindir su contrato de trabajo en cualquier momento sin tener que pagar una indemnización ni cumplir un plazo de preaviso. Esto significa que pueden dejar su trabajo inmediatamente después de su decisión. Además, si lo dejan voluntariamente, siguen teniendo derecho a prestaciones de desempleo, lo que garantiza su seguridad económica mientras encuentran un nuevo trabajo. El conjunto de estas normas refuerza la independencia y la protección de las trabajadoras del sexo en el lugar de trabajo.
Además, según la nueva ley, si una trabajadora del sexo ejerce el derecho a negarse más de diez veces en seis meses, la trabajadora del sexo o el empresario pueden solicitar la intervención de un servicio gubernamental de mediación.
Esta normativa proporciona protección adicional a los trabajadores del sexo, ofreciéndoles ayuda si las condiciones de trabajo o las expectativas del empresario se vuelven irrazonables. El servicio de mediación pretende aclarar los conflictos y mediar entre las partes, reforzando aún más los derechos y la seguridad de los trabajadores del sexo. Esta disposición garantiza que los trabajadores del sexo puedan ejercer sus derechos no sólo formalmente, sino también en la práctica, sin temor a que los conflictos en el lugar de trabajo puedan desembocar en pérdida del empleo o trato discriminatorio.
Identificación y anonimato
La nueva ley también se centra en garantizar que los nombres y trabajos de los profesionales del sexo no se hagan públicos fácilmente. A muchas trabajadoras del sexo les preocupa que, si se hacen públicos los detalles de su trabajo, esto pueda causarles problemas a la hora de buscar otros empleos o en la vida cotidiana.
La ley permite a las trabajadoras del sexo utilizar contratos vagos habituales en hostelería, mezclando así su trabajo con otras funciones de hostelería.
Esta práctica ayuda a mantener el anonimato de las trabajadoras del sexo, protegiéndolas de los prejuicios sociales y la posible discriminación. Así, las trabajadoras del sexo pueden sentirse más seguras y tener más control sobre sus carreras y oportunidades futuras.
Retos y medidas futuras
La nueva ley ha introducido cambios significativos en la vida de las trabajadoras del sexo, pero los legisladores siguen enfrentándose a muchos retos. El objetivo fundamental de la ley es, en efecto, reforzar los derechos de las trabajadoras del sexo, como garantizar la seguridad en el lugar de trabajo y las prestaciones de la seguridad social. Sin embargo, los cambios no se aplicarán sin problemas en todas partes.
Un área de preocupación es el desarrollo de normativas locales. Las ciudades pueden imponer ordenanzas de seguridad e higiene más estrictas. En consecuencia, esto podría restringir trabajo sexualsocavando los beneficios de la ley.
Además, hay decisiones pendientes sobre la gestión de las trabajadoras del sexo no registradas o indocumentadas.
Los legisladores deben mantener un diálogo continuo con los profesionales del sexo, los expertos, los organismos de supervisión social y los gobiernos locales. Esta comunicación continua puede ayudar a garantizar que las leyes funcionen eficazmente en la práctica y apoyen verdaderamente los derechos de los profesionales del sexo.
Conclusión
La nueva ley representa un importante paso adelante en la protección de los derechos de las trabajadoras del sexo, ya que garantiza su seguridad en el lugar de trabajo y sus derechos sociales, como pensiones y seguro médico. Sin embargo, el éxito de la aplicación de la ley requiere más apoyo y esfuerzos conjuntos de los legisladores, los profesionales del sexo y las organizaciones de apoyo.